Alimentos tradicionales peruanos para combatir la inflamación

La inflamación crónica es un factor subyacente en múltiples enfermedades contemporáneas, como la artritis, la diabetes tipo 2 y las afecciones cardiovasculares. Afortunadamente, la rica biodiversidad y la milenaria tradición culinaria peruana ofrecen una amplia variedad de alimentos con potentes compuestos antiinflamatorios. Incorporarlos en la dieta diaria no solo aporta placer gastronómico, sino también beneficios para la salud a largo plazo.

1. Cúrcuma Andina

Conocida localmente como “azafrán de los Andes”, la cúrcuma contiene curcumina, un polifenol con probado efecto antiinflamatorio y antioxidante. Investigaciones de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos evidencian su potencial para aliviar los síntomas de la artritis al inhibir la producción de citocinas proinflamatorias. Su sabor terroso y color amarillo intenso la hace ideal para aderezar guisos, arroces y bebidas calientes.

2. Maca (Lepidium meyenii)

La raíz de maca, cultivada sobre los 4,000 m s.n.m., es famosa por sus propiedades adaptogénicas y hormonorreguladoras. Más allá de ello, contiene fitoesteroles (β-sitosterol, campesterol) y polifenoles con capacidad antioxidante que neutralizan radicales libres y reducen marcadores inflamatorios como el peroxinitrito. Consumir maca en polvo o en cápsulas puede ayudar a mitigar el dolor muscular y los malestares menstruales.

3. Camu Camu (Myrciaria dubia)

Esta baya amazónica posee la concentración más alta de vitamina C en el reino vegetal. Estudios japoneses demostraron que 1,050 mg de vitamina C provenientes de jugo de camu camu reducen significativamente la proteína C reactiva de alta sensibilidad en solo siete días, superando el efecto de las tabletas de vitamina C puestas a prueba. Sus antocianinas y taninos contribuyen a reforzar el sistema inmunológico y frenar procesos inflamatorios sistémicos.

4. Chía (Salvia hispanica)

La chía es un tesoro de ácidos grasos Omega-3 (ácido α-linolénico), fibra soluble e insoluble y compuestos fenólicos. El consumo regular de semillas de chía ha demostrado reducir los niveles de triglicéridos y mejorar la función endotelial, dos factores clave en la modulación de la inflamación crónica. Se puede añadir a batidos, yogures, ensaladas o preparar un “pudín” para el desayuno.

5. Maíz Morado

Las antocianinas responsables de su color oscuro actúan como potentes antiinflamatorios y antioxidantes que protegen la salud cardiovascular y cerebral. Estudios en modelos animales han mostrado que el extracto de maíz morado inhibe la activación de la NF-κB, una vía molecular central en la respuesta inflamatoria. Se disfruta en bebidas tradicionales como la chicha morada o en sopas y guisos.

6. Tarwi (Lupinus mutabilis)

Este grano andino, también llamado tarhui o chocho, aporta proteínas de alta calidad, fibra y una diversidad de alcaloides con actividad antiinflamatoria. Investigaciones de la Universidad Agraria La Molina señalan que sus fitoquímicos reducen la producción de prostaglandinas proinflamatorias, ayudando a mitigar los síntomas de enfermedades reumáticas. Se consume cocido en ensaladas, guisos o en forma de puré.

7. Aguaymanto (Physalis peruviana)

El aguaymanto o uchuva es rico en carotenoides (β-caroteno), vitamina A y compuestos fenólicos. Su acción antioxidante y antiinflamatoria favorece la reparación de tejidos y fortalece las defensas frente a infecciones crónicas. Ideal como snack, en mermeladas o añadido a cereales y ensaladas.

8. Kión Andino (Zingiber officinale variante local)

El jengibre es un remedio milenario contra la inflamación. Las variedades andinas, cultivadas entre los valles costeros y la ceja de selva, presentan una alta concentración de gingeroles y shogaoles con efecto analgésico y antiinflamatorio. Su uso tradicional abarca infusiones para aliviar dolores de garganta, tés digestivos y condimento en salsas.

9. Quinoa (Chenopodium quinoa)

La quinua, “grano madre” de los Incas, está repleta de fibra, ácidos grasos saludables y saponinas que modulan la microbiota intestinal, reduciendo la permeabilidad y la inflamación sistémica. Además, sus péptidos bioactivos inhiben la cascada inflamatoria, siendo excelente base para ensaladas, sopas y bowls nutritivos.

10. Lúcuma (Pouteria lucuma)

Este fruto dulce contiene carotenoides y polifenoles con acción antioxidante y antiinflamatoria. Estudios preliminares de la Universidad Nacional del Altiplano muestran que sus compuestos reducen los niveles de marcadores de estrés oxidativo y regulan la expresión de genes asociados a la inflamación crónica. Se aprovecha en batidos, postres y como sustituto natural del azúcar.


Integrar estos alimentos en tu dieta no solo aporta sabor y tradición cultural, sino que también contribuye a un estilo de vida pro-salud basado en principios activos naturales. Para potenciar sus efectos:

  • Combínalos en platos coloridos (ensaladas de quinua con aguaymanto y maíz morado).
  • Prepara infusiones calentitas de kión y cúrcuma.
  • Añade superalimentos como maca y camu camu en batidos matutinos.

Como recomendación final, se sugiere consultar con un profesional de la salud o nutricionista para ajustar las dosis según necesidades individuales y garantizar la seguridad en caso de patologías preexistentes o interacciones con medicación. Incorporar la sabiduría milenaria de la cocina peruana es un paso delicioso y efectivo hacia la reducción de la inflamación y el bienestar integral.